Tuesday, March 30, 2010


United Nations Mission in Sudan

Asi llegan mis pies cada vez que regreso a casa

My first day


En estos momentos regresando de mi primer día de trabajo en Sudan. Parece ser un ambiente tranquilo, donde los horarios no son tan estrictos y cada quien se encarga de lo suyo. Nada fuera de lo común y muy dentro de la rutina….Para los que no saben y se lo preguntan, encontré esto ya que a través de un tío, quien es embajador de buena voluntad de UNICEF, conocimos (mi familia y yo) al jefe de la misión en Sudan, y a mi hermana se le ocurrió preguntarle si podría trabajar como voluntaria, a lo que yo le dije que también estaba muy interesada, y nos indicó que le mandáramos el CV en una fecha específica. Así hice, el lo reenvió al departamento respectivo y me contactaron, so, here I am.

En este blog trataré de contar un poco de mis experiencias, un poco de la vida de Sudan, sus facts, métodos, costumbres y lo que realmente veo pasar dentro de las Naciones Unidas. Espero lo disfruten!

Bueno, aquí les va mi cuento de hoy:

Me siento en una película. Al salir en la mañana, lo primero que veo es una mezquita, puros carteles en árabe y por supuesto propaganda de Al Bashir. Rumbo a la oficina dejamos a Nils (UN Representative/encargado de la misión) en una de las sedes de la ONU para una reunión y ahí fue mi primer shock. La sede comprende un área gigante, con edificios que parecen como cárceles por fuera, todos protegidos por supuesto, y rodeados de no menos de 50 camionetas blancas con el logo de la ONU; Nils me explica que es la sede que se encarga de monitorear el Peace Agreement entre el Norte y el Sur. El escenario es increíble, de verdad me sentía en la película Rwanda (exceptuando por supuesto la guerra y la matanza en la ciudad) rodeada de camionetas y personal de la ONU, incluyendo los tan famosos blue helmets. De ahí me llevaron a la oficina y es increíble ver como te pasan al lado carros de la ONU como si fuesen taxis en NYC. En verdad te sientes viviendo lo que has estado leyendo y viendo en las noticias tanto tiempo.

Llego a la oficina, la cual es un compound de casitas muy sencillas y básicas, sólo de UNICEF, y ya la cosa se empieza a poner más normal y rutinaria. El típico papeleo de administración y paseo por recursos humanos. La mayoría de los trabajadores son sudaneses y el género depende mucho del área de trabajo; por ejemplo en comunicaciones y nutrición la mayoría son mujeres, casi todas árabes, con sus cabezas tapadas, pero, en child protection (que es mi área), seguridad y administración, la mayoría son hombres. Todos en general muy simpáticos y siempre sonriendo. Todo el mundo se presenta y te hacen sentir bienvenido. Mi primer amigo es e Sri Lanka y se llama Vino. Supuestamente mañana me indican mis objetivos y funciones, por lo que les podré comentar un poco más sobre la misión acá. Child Protection tiene 5 áreas, de las cuales voy a tratar de que me pongan o en children in armed forces o en female genital mutilation. Vamos a ver que me dicen mañana.

De resto durante el día tuve unos cursos de seguridad en la computadora, los cuales te enseñan métodos de protección y la teoría de qué se debe hacer en una situación de riesgo. Luego de completarlos tengo que ir al jefe de seguridad el cual me dará un "security verbal briefing" y me anotara para el security training de la semana que viene donde te preparan en práctica para las situaciones de riesgo. Parece que esos training son fuertes y te puedes llegar a asustar un poco, ya les contaré.

El almuerzo lo tuve con la gente de comunicaciones. Almuerzan en una mini mesa, todas juntas y todo muy rápido. Piden comida de un restaurante sirio que queda cerca, de una mini cafetería que hay o traen de su casa. Yo pedí un sandwich de falafel que estaba divino. Ellas piden todo como para compartir y comen de los platos de todas. Es un poco raro, porque meten la cuchara en el plato de la otra sin avisarle. No usan tenedores ni cuchillos, todo es con cuchara, por lo que si pides un pollo o algo por el estilo, te lo mandan picadito. Pero todas son muy agradables y en este mesa si había una variedad de nacionalidades: sudanesas, inglesa, canadiense, americana, coreana, y nosotras las venezolanas.

Por otro lado, aparte de lo emocionante y rico de la experiencia, el cambio es muy fuerte y me imagino me iré adaptando poco a poco. Porque, además de ser una cosa nueva como si te estuvieras mudando a estudiar a otro país, que le agregas el extrañar y sentirse un poquito solo, ese otro país es Sudan, donde no entiendes nada de lo que dicen, no puedes leer ni un cartel ni dirección, no me sirve el blackberry por ahora, tengo problemas con Internet, el sol es insufrible y no paro de toser por la tierra. Pero bueno, esto todo es lo que hace la experiencia aun mejor.

Este fin de semana es fin largo para los sudaneses. Aquí la semana empieza el domingo, y los días libres son los viernes y los sábados. Pero este domingo, por ser Domingo de resurrección (sí, lo dan por los católicos y cristianos) y este lunes, por ser una fiesta árabe, es feriado. Por lo que probablemente vaya a turistear a unas pirámides que quedan relativamente cerca.

Ya les seguiré contando…